Muchos huéspedes nos han preguntado dónde compramos las coloridas banderas que cuelgan sobre la zona social.
La respuesta corta es que son un hermoso regalo de un amigo maravilloso.
La historia completa es mucho más larga y constituye un poderoso ejemplo de las amistades y conexiones que han construido Glamping Jardin junto a Jamie y a mí (Suzan).
La historia comienza hace 30 años, cuando Hetty, una buena amiga de mi madre, se mudó a Chile con su familia. En los años siguientes, el contacto fue difícil, ya que aún no existía Internet, pero el vínculo se mantuvo. Después de la muerte de mi madre, y cuando Hetty se conectó a Internet en Chile, volvimos a conectar y construimos una relación especial. Hetty solía llamarme su hermana pequeña y, para mí, Hetty no solo era una buena amiga, sino también un vínculo con mi madre.
Cuando, años más tarde, Jamie me miró y me contó su sueño de explorar Sudamérica algún día, no me costó nada decidir visitar a Hetty y su familia en Chile. Este viaje despertó mi amor por Sudamérica y se convirtió en el motivo de nuestra emigración desde los Países Bajos. Tuvimos la suerte de visitar a Hetty, y muchos otros destinos, varias veces más durante los años siguientes.
Una vez que decidimos dar el paso y mudarnos a Colombia, llamamos a Hetty para informarle de nuestros planes. Ella se ofreció a tejer banderas a ganchillo para decorar la nueva aventura que íbamos a comenzar juntos. Por supuesto, aceptamos encantados su oferta.
Desgraciadamente, Hetty falleció unos meses después. No creíamos que fuera capaz de hacer ninguna bandera antes de su fallecimiento.
Es decir, hasta hace dos años, cuando su hijo Emilio vino a visitarnos para ayudarnos a construir el glamping. Resultó que un buen amigo, José, había enseñado a Begoña, la hija de Hetty, a hacer ganchillo. Juntas convirtieron las banderas que ya había hecho Hetty en guirnaldas. Con la ayuda de Emilio, colgamos las banderas sobre nuestra zona común, iluminando aún más ese precioso espacio.
Años más tarde, el marido de Hetty, Patricio, sus hijos, su amiga José y algunos amigos vinieron a visitarnos. José trajo consigo una gran bolsa con más banderas que Hetty había hecho antes de fallecer.
Las banderas siguen decorando nuestra zona común y nos llena de alegría saber que nuestros huéspedes serán recibidos por las banderas de Hetty, tejidas con el amor de Begoña y José. Las banderas aportan un toque de color a nuestra zona común, del mismo modo que Hetty llenó de color la vida de todos los que la conocieron.
Cuando veas las coloridas banderas sobre ti mientras desayunas o te relajas, esperamos que pienses en los amigos y familiares cariñosos cuya amabilidad impregna cada fibra de Glamping Jardin.
